16 ago 2009

Bisagra

Hoy ayudando a hacer una mudanza ocurrió algo probable y lógico de ocurrir en estos casos. Pasó que tuvimos que sacar una puerta para poder pasar un mueble.
En el momento de volver a ubicar la puerta sobre sus tres bisagras tuve que armarme de paciencia y recordar los pasos para ayudarla a recobrar su vida de abrir o cerrar caminos.
Luego de la aventura solidaria para con ella me dí cuenta que en la vida hay claros momentos bisagras en donde uno tiene que armarse de paciencia para poder hacer coincidir sus tres únicas posibilidades de mantenerse cuerda, útil, viva, abierta o cerrada, con o sin llave, capas de sentir como una llave hace contactar sus dientes con las muelas de la cerradura como dos bocas, cuatro labios, dos brazos, cuatro manos, veinte dedos, veinte llemas, una mirada, cuatro pupilas se transmiten información (como si estuviesen dialigando en silencio), como cada una de estas cosas pueden sellar un momento bisagra en la vida.
El uso de perfume facilita y lubrica la colocación de las mismas.