El Coyote y Correcaminos
Es la batalla eterna entre necesidad frente a velocidad, gravedad frente acelaración. A lo largo de la carrera de Correcaminos y el Coyote, en más de dos docenas de dibujos animados que forman la crónica de los encuentros de este duo, la fórmula clásica de persecución nunca pierde tensión. Al desafortunado Coyote se le ocurren intrigas cada vez más elaboradas y aparentemente infalibles para atrapar a Correcaminos, que, ajeno al peligro, siempre escapa los lastimosos y meticulosos planes del Coyote. Según Chuck Jones, el creador del duo y director artístico, en Chuck Amuck: The Life and Times Of An Animated Cartoonist, tanto él como los artistas detrás de los dibujos animados de Correcaminos y el Coyote se adherieron a una serie de normas sencillas pero estrictas:
Norma 1: Correcaminos nunca puede hacer daño al Coyote excepto haciendo "¡Bip! ¡Bip!"
Norma 2: Ninguna fuerza externa puede hacer daño al Coyote: sólo su propia ineptitud o el fallo de los productos Acme.
Norma 3: El Coyote podría detenerse en cualquier momento: SI no fuera un fanático. (Repite: "Un fanático es alguien que redobla sus esfuerzos cuando ha olvidado su objetivo." George Santayana.)
Norma 4: No hay diálogo, nunca; excepto "¡Bip! ¡Bip!"
Norma 5: Correcaminos tiene que mantenerse en el camino; más que nada porque es es un Correcaminos
Norma 6: Toda la acción se debe restringir al habitat natural de los dos personajes: el desierto del sudoeste americano.
Norma 7: Todas las herramientas, armas o utensilios mecánicos deben pertenecer a la corporación Acme.
Norma 8: Siempre que sea posible, hay que hacer que la gravedad sea el mayor enemigo del Coyote.
Norma 9: El Coyote se siente siempre más humillado que herido por sus fracasos.
Norma 10: La simpatía de la audiencia debe permanecer con el Coyote.
¿¿No les tienta pensar estas 10 normas como una analogía con alguna forma de vivir??
[Warning: Sólo se permite vivir comprando y usando productos ACME, "Don Juan Televisión"]